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Capacidad de ejecutar movimientos de la forma deseada. Coordinación del control motor con el espacio–tiempo. Relacionado con la técnica.

Capacidad de captar y procesar los estímulos que el jugador puede recibir del entorno para identificar las posibilidades de acción. Relacionado con la táctica.

La capacidad mental incluye muchas habilidades como la resolución de problemas, la toma de decisiones y la creatividad. El envejecimiento, la salud y el entorno pueden afectarla, pero podemos mejorarla a través del aprendizaje y las actividades estimulantes.

Capacidad de establecer y gestionar las relaciones que se generan entre el jugador y los demás (jugadores del equipo, miembros del club, familiares, amigos, compañeros y profesores…)

Capacidad de encontrar diferentes maneras de resolver las situaciones planteadas en función de las situaciones cambiantes del entorno.

La capacidad emocional es vital. Nos permite reconocer, entender, expresar y manejar emociones, propias y ajenas. Incrementa nuestra resiliencia, ayuda en la toma de decisiones, favorece relaciones saludables y comunicación efectiva. Se puede mejorar con el tiempo.